Thursday, July 28, 2005

QUIEN YO!??!



No creo en la fidelidad, me parece contra natura.
Tampoco creo en la infidelidad.
Seria como creer en el diablo sin creer en dios, y no creo en ninguno de los dos.

O sea, ni lo uno ni lo otro... si no todo lo contrario.

Sunday, July 24, 2005

Aquí las pagaré todas!!!!



Eran mas o menos las ocho de la mañana, y yo me había levantado como de costumbre a pasear el perro y buscar el Clarín dominical en el kiosco de la esquina de mi cuadra, la fecha en el diario era de principios de marzo del 2019. Había salido sin mis lentes, así que cuando vi al final de la otra cuadra aquella moto que me resultaba tan extrañamente familiar y de la que se bajaba una atractiva adolescente, no pude distinguir rostros ni detalles. El verano austral estaba terminando, pero el clima todavía permitía andar en ropas ligeras, y esta porteñita, como todas las de su edad y atributos, no perdía una sola oportunidad para exhibirse cuando se iba de joda los sábados por la noche. Se despidieron con un largo y apasionado beso, y la chica empezó a caminar en la misma dirección que iría yo hacia mi casa. Mientras se alejaba pude, por el sonido, reconocer perfectamente la moto. No era una moto común en Buenos Aires, una Triumph Boneville 900, igual a la mía y a la de mi mejor amigo, de hecho las habíamos ordenado al mismo tiempo para compartir costos de fletes y esas cosas. Que raro –pensé-, El andando por acá en la moto a estas horas? Y quien seria esa chica?. En ese momento pude sentir como mi estómago se llenó de ácidos y mis rodillas apenas pudieron sostener el peso de mi cuerpo. " No, no, Como se te ocurre?!" me dije. Hice acopio de mis fuerzas y enfilé hacia mi casa sin acelerar el paso, manteniendo el control y esperando que las figuras fantasmagóricas que acaba de “ver” no fueran las que temía.
Como siempre, el ritmo del regreso a casa lo marcaba Lolo y su necesidad de decirle a todos los perros del barrio que cada uno de los árboles de la cuadra era suyo.
Mientras caminaba inhalaba profundamente, procurando que el aire fresco aclarara mi mente y no me dejara olvidar que siempre me había preciado de ser una persona abierta, liberal, y realista, que entiende que la vida es lo que es y no lo que uno quiere que sea, y que en el terreno del amor y las pasiones no hay reglas, si no convenciones morales por las cuales uno puede dejarse reprimir…o no.
Cuando finalmente llegue a la puerta de mi casa, mientras ponía la llave en la cerradura, sentí por detrás un abrazo cariñoso, y una vocecita dulce que ya había oído antes muchas veces me dijo: “Que hacés pá?”

Justo ahí me levante sobresaltado, con una terrible acidez en la barriga por el asado de la tarde, seguro fueron las morcillas. Fui a ver si Sofía seguía teniendo dos años y medio, y si estaba bien arropadita en su cama. Bajé a la cocina a tomarme un vaso de agua con bicarbonato para calmar mi estómago y poder seguir durmiendo, deseoso de no seguir soñando por esa noche.